LA LEISHMANIOSIS, UNA ENFERMEDAD MORTAL DEMASIADO COMÚN

Leishmaniosis: una epidemia en todo nuestro territorio

El parásito es transmitido a nuestro perro mediante la picadura de un mosquito que previamente a sorbido la sangre de otro animal afectado. Esta es la única forma de contagio, y aunque principalmente se produce entre animales también puede contagiarse a humanos, en los cuales se mantiene habitualmente latente excepto en los bebés, para los cuales esta enfermedad puede ser mortal.

Hasta hace unos años, la leishmaniosis se extendía sólo en zonas cálidas y los casos por el norte de nuestro país eran prácticamente inexistentes. Sin embargo, el aumento global de la temperatura ha provocado que el flebotomo que transmite la enfermedad ahora se extienda por toda la península.

Los animales afectados por el protozoo de la leishmania suelen presentar síntomas de abatimiento constante, adelgazamiento, crecimiento desmedido de las uñas, caída del pelo y problemas de piel. Sin embargo, puede ocurrir que en las primeras fases de la enfermedad o porque la leishmania se está reproduciendo en un plano más interno, los síntomas no sean perceptibles y la única forma de saber si nuestro perro la sufre es a través de un análisis de sangre o un test.

Prevención ante todo con la leishmaniosis

A pesar de los múltiples estudios realizados entorno a esta enfermedad, aún no existe una cura para la leishmaniosis y actualmente sigue siendo mortal. Es cierto que existen tratamientos a base de jarabe e inyectables que frenan la expansión del parásito y reducen los síntomas que provoca, y son numerosos los casos en los que el animal puede convivir con la enfermedad sin que llegue a producirle la muerte. Sin embargo, la calidad de vida del animal no será la misma ya que siempre tendremos que estar pendientes de las bajadas de defensas y posibles recaídas de los síntomas.

Es por esto que la clave está en prevenir el contagio. Para ello contamos con collares, sprays y pipetas que nos ayudan a repeler al mosquito que propaga la enfermedad. Por otra parte, podemos prevenir la enfermedad administrando un jarabe diariamente durante un mes tres veces al año y poniéndole a nuestro perro la vacuna contra la leishmaniosis que se aplica en tres dosis el primer año, una sola vez los siguientes años. Se ha demostrado que juntos, jarabe y vacuna, aumentan enormemente la efectividad ante los flebotomos.

Igualmente si podemos evitar pasear por zonas húmedas los meses calurosos del año y los paseos al atardecer que es cuando más mosquitos hay estaremos previniendo al máximo que nuestro perro conozca esta terrible enfermedad.

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