El fundador
Antonio Dávalos nació en Murcia, y desde muy joven comenzó a trabajar. Primero lo hizo en una empresa familiar donde aprendió la importancia de poner todo su empeño para hacer un buen trabajo y a los 22 años comenzó la aventura de llevar a cabo su primer proyecto empresarial: una agencia de transporte. Este negocio se desarrolló con éxito y le permitió crear una familia y un hogar, pero aún así sentía que le faltaba algo. Ese trabajo no terminaba de apasionarle tanto como lo que sentía que era su vocación: los perros.
Desde que
su abuelo Eduardo le regaló su primer perro, Antonio no se pudo separar de ellos. Creció en una finca donde pudo cuidar y criar sus propias camadas, y casi sin darse cuenta desarrolló un amor profundo hacia estos animales. Poco a poco, su afición por los perros fue tomando un papel más activo en su vida. Con ellos se presentó a numerosas competiciones de trabajo y belleza y en muchas de ellas consiguió excelentes calificaciones, aunque lo que realmente le gratificaba de estas exposiciones era el poder disfrutar del mundo canino. Tanto era así, que llegó el día en que tomó la decisión de
dejar su tierra natal y su negocio, para trasladarse a Barcelona y comenzar un nuevo proyecto empresarial:
DOGKING.