EL TERAPEUTA CANINO BILLY
Billy es el terapeuta canino de Mireia y Carla, dos chicas que nacieron con una enfermedad rara llamada MPS (Mucopolisacaridosis) que están descubriendo todos los beneficios que les puede aportar su perro.
Tema: Perros para un mundo mejor - Autor: DOGKING
Un terapeuta canino para Mireia y Carla
Mireia y Carla son gemelas que padecen el mismo síndrome, sin embargo les ha afectado de diferente manera según han ido desarrollándose. Ambas nacieron con MPS (Mucopolisacaridosis) y desde pequeñas comenzaron a tener problemas en el crecimiento. El MPS les ha provocado una fisonomía particular, una talla reducida y problemas de movilidad en las extremidades. El caso de Mireia es el más delicado pues ha ido perdiendo ciertas capacidades progresivamente. A los 5 años, se le asignó a través de la ONCE una maestra de adaptación porque sufría opacidad corneal, lo que le reducía enormemente la visión. A medida que iba creciendo, se fue haciendo más evidente el problema de compresión de médula que le dificultaba mucho el andar y tras una operación finalmente acabó en silla de ruedas.
Por eso, cuando la familia se enteró del proyecto solidario que habían organizado Fundación La Caixa, DOGKING y FEDER decidieron enviar su solicitud para tener uno de los 4 terapeutas caninos que se ofrecían de forma totalmente gratuita. Y felizmente fueron las seleccionadas. Ambas hermanas llevaban mucho tiempo deseando que llegara el día en que pudieran tener un perro tan especial que pudiera ayudarlas en el día a día. Para ellas, tener esta oportunidad era un sueño.
¿Por qué Mireia y Carla necesitaban un terapeuta canino?
A la familia le gustan mucho los animales. Ya habían tenido experiencia con los perros de terapia en varios congresos que habían estado pero no habían sido más que sesiones puntuales. Durante un tiempo, estuvieron pensando en la posibilidad de tener uno, pero no es fácil acceder a estos perros y finalmente eligieron un perro de una protectora: un teckel llamado Nico que aunque en principio lo querían para que estuviera con las niñas, al no estar adiestrado, el perro las hacía caer y no les hacía caso, por lo que finalmente las gemelas no pudieron disfrutar mucho del perro. También tienen un gato, que aunque no da problemas en casa, es algo huidizo.
Mireia y Carla soñaban con el día que pudieran tener un terapeuta canino, aunque no sabían exactamente cómo les podía ayudar concretamente a ellas ya que no conocían ningún caso de persona con su síndrome que tuviera un terapeuta canino. Ellas esperaban que fuese un perro que las acompañara, les obedeciese y pudieran sacarlo a pasear, y así posiblemente tener un tema de conversación que a la gente le suele llamar la atención y de esta manera encontrar una forma sencilla de relacionarse con otras personas, algo que no habían podido practicar con su perro Nico ya que no estaba adiestrado.
EL PROCESO DE TENER UN TERAPEUTA CANINO
Tener un terapeuta canino es un proceso largo. Para que todo funcione, el perro debe estar bien formado pero la formación que debe recibir la familia es aún más importante. Un terapeuta canino es un perro que vive con la familia, por eso las personas con las que vivirá en el hogar deben saber cómo tratar a este perro tan especial para que su obediencia y capacidad para asistirlos perdure en el tiempo.LA ENTREVISTA
El primer día que vinieron a DOGKING, estuvo toda la familia presente. Ni Mireia ni Carla sabía por qué habían venido pues les habían dicho que iban de excursión. Fue el educador canino, Antonio Dávalos, quien les dio la noticia de que tendrían un perro de terapia y las chicas se sorprendieron enormemente. Ese día estuvieron conociendo a algunos de los candidatos, viendo qué sensaciones les transmitían y cómo se sentían ellas. También probaron a algunos perros para ver cómo se acoplaban a los paseos en silla de ruedas.
SESIONES DE FORMACIÓN A LA FAMILIA
Como había que enseñarle a los padres de Mireia y Carla los conceptos teóricos y prácticos para saber cuidar un perro de terapia, se los citó periódicamente en el centro para poder llevar a cabo las sesiones con el educador canino. Aprendieron a llevar a un perro de paseo sin que tirase, a que obedeciese las órdenes, a corregirlos y a premiarlos. También se les enseñó cómo deberían tener al perro en casa para que mantuviese la disciplina que tenía y cómo debían de comportarse cada uno para que fuese efectivo.
LA ELECCIÓN DEL PERRO
Desde el momento que conoció a Billy, Mireia siempre sintió gran atracción por él. En parte, porque Billy es un perro fogoso y no se limitaba a tumbarse a su lado, sino que buscaba la caricia y continuamente le ponía el morro sobre sus piernas. Sin embargo, la razón principal por la que fue elegido para Mireia fue la capacidad que tenía Billy para transmitir alegría. Esa energía que tenía podía ayudarle mucho a Mireia, podía mejorar enormemente su autoestima y hacerle sentir mejor tan sólo con su forma de ser. Billy era el perro ideal para Mireia y Carla ya que podía adaptarse perfectamente a la dinámica de la casa y convivir sin problemas con el perro y el gato que ya vivían allí. Por otra parte, su alta energía le hacía un buen candidato para Mireia que iba en silla de ruedas ya que necesitaba un perro que no tuviera tendencia a tumbarse y que pudiera aguantar el ritmo constante que puede llevar una silla de ruedas eléctrica. Además, su gran tolerancia, le hacía un buen perro para ser introducido en las sesiones de fisioterapia sin oponerse a las exigencias posturales que le pidiera el fisioterapeuta. Igualmente, sería útil para que la gente que se acercase a hablar con Mireia pudiera tocarlo sin que el perro mostrase oposición.
ACOPLE AL USUARIO
Se decidió que aunque Billy sería de las dos hermanas y podría participar en las terapias de cada una, el trabajo de asistencia se lo haría principalmente a Mireia ya que tenía más necesidad. Sin embargo, el otro perro (Nico), sería el perro sobre el que se tendría que responsabilizar Carla. El educador canino, Antonio Dávalos, trabajo también con el teckel Nico para que supiera comportarse y Carla también tuviera un perro con el que compartir sus momentos. De esta manera, se repartieron las responsabilidades entre ellas, y a través de los premios se consiguió que cada perro prestase más atención al usuario que le correspondía.
ADAPTACIÓN A SUS RUTINAS
A la par, se le enseñó a Billy a ir en los paseos junto a Mireia y a Nico a ir junto a Carla. Billy tuvo que aprender a ir al paso de la silla de ruedas y Mireia tuvo que aprender a corregirlo con los movimientos de su silla (ya que ella no podía tirar de su correa) y a premiarlo cuando lo hiciera bien. Por su parte, Nico aprendió a seguir a Carla en su patinete al igual que ella aprendió a corregirle y premiarlo. Igualmente, a ambos perros se les premiaba cada vez que se paraba una o varias personas a acariciarlo y esto le permitía a las chicas relacionarse con más personas.Por otra parte, Billy comenzó a formar parte de las sesiones de fisioterapia para lo cuál el fisioterapeuta tuvo que aprender a manipular a Billy para que él entendiese sus órdenes y se posicionara tal como se pedía.
Los resultados de tener un terapeuta canino en casa
Los resultados con Mireia han sido muy evidentes ya que Billy le ha proporcionado la oportunidad de cambiar aquellos aspecto en los que Mireia quería mejorar. Por una parte, ha sido una suerte que Mireia haya sabido valorar lo que es tener un terapeuta canino ya que esto le ha hecho sentirse plenamente responsable del bienestar de Billy. Esto suponía que si el perro para ser feliz necesitaba salir, Mireia debía permitírselo. Así Mireia rompió con la dinámica en la que había estado últimamente en los que se pasaba día y noche en su habitación leyendo. Además, estos paseos con Billy le ayudaban enormemente a que las personas sintieran curiosidad por él y se acercaran a Mireia para preguntarle por el perro y poder tocarlo. De esta manera, también a mejorado su capacidad para relacionarse con la gente. Tan grande ha sido el vínculo que ha creado con Billy, que ahora no desea ir a ningún sitio si no es con él, incluso en vacaciones.La dinámica familiar también ha cambiado mucho, pues han descubierto que una de las mayores motivaciones para salir de Mireia es que todos estén juntos, algo que se ha hecho una necesidad al tener a Billy en casa. Como ahora tienen dos perros, tanto la madre como el padre deben ir y recoger a las niñas cuando van al instituto, por lo que sin querer, la familia se ha visto haciendo todo los días algo juntos. Esto es algo que Mireia aprecia mucho y le ha ayudado mucho a nivel de autoestima. También, entre las hermanas ha sido una especie de terapia, ya que hasta ahora chocaban mucho y desde que tienen a Billy, han visto que hay algo que les une y les hace especiales a ambas. Según ellas, ahora discuten menos y hacen más cosas juntas.Todos los que rodean a Mireia y Carla aseguran que han notado una gran diferencia desde que tienen a Billy. Uno de sus amigos asegura que se las ve mucho más contentas y que ahora salen mucho más a la calle. También dice que las ve más comunicativas ya que poder hablar de su perro les ha dado un nuevo tema de conversación, y esto les ha aportado más seguridad para poder hablar de cualquier otro tema. También lo afirma la maestra de adaptación de Mireia, que la nota mucho más segura a la hora de hablar y más participativa en clase. Ella opina que de alguna manera, el hecho de que Mireia haya visto que Billy le obedece y está pendiente de ella, a la vez que depende de ella, le ha hecho darse cuenta de que puede hacer cosas más allá de lo puramente académico y esto ha repercutido en su propia maduración como persona. Por otra parte, la introducción de Billy en las sesiones de fisioterapia, le ha ayudado mucho en cuanto a motivación para esforzarse más y las sesiones son más aprovechadas y consigue mejorar el autoestima de Mireia que ve como es capaz de superarse.Comparte este artículo
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