EL TERAPEUTA CANINO LEVI
Levi es el terapeuta canino que asiste día a día a Iker, un chico que nació con el síndrome de Angelman por el cual sufre discapacidad mental y graves problemas de comunicación y movilidad. Esta es la historia de cómo se conocieron.
Tema: Perros para un mundo mejor - Autor: DOGKING
Un terapeuta canino para Iker
Iker es un niño que a simple vista se percibe como diferente debido a que sufre el síndrome de Angelman. Tiene muchas dificultades para la coordinación y su estado habitual es el de parecer siempre contento, pues se ríe y se muestra muy entusiasmado con facilidad, algo que a menudo tiende a derivarse a un pico de sobreexcitación aunque esto lo combina con episodios de irritabilidad. También sufre esporádicamente ataques de epilepsia y ha desarrollado muy poco su capacidad comunicativa.
Esta rara enfermedad le hace completamente dependiente de sus padres, por eso, cuando la familia se enteró del proyecto solidario que habían organizado Fundación La Caixa, DOGKING y FEDER decidieron enviar su solicitud para tener uno de los 4 terapeutas caninos que se ofrecían de forma totalmente gratuita. Y con sorpresa descubrieron que habían sido los elegidos para que Iker se beneficiara de un terapeuta canino.
¿Por qué Iker necesitaba un terapeuta canino?
La familia es amante de los animales y ya había tenido un perro antes. Se trataba de un bodeguero que no había aprendido a respetar ninguna norma de convivencia y en casa hacía lo que quería, por lo que acabó convirtiéndose en un problema. El perro cogió aversión a Iker, al cual mordía y ladraba por lo que no hacía más que aumentar el caos y perturbar la armonía familiar. Por ello, tuvieron que darlo en adopción. Sin embargo, la familia soñaba con que llegara el día en el que pudieran tener un perro que conectara bien con Iker.
Además, Iker ya había realizado terapias con caballos y perros, y se había mostrado muy receptivo al contacto con estos animales. La familia había llegado a la conclusión de que a su hijo realmente le gustaban los animales pues con ellos conseguía mantener durante más tiempo la atención en lo que estaba haciendo. Además, en presencia de los animales, Iker parecía más sosegado y parecía entenderse realmente bien con ellos, por lo que la familia cuando se enteró de la convocatoria no dudaron en presentarse para tener un terapeuta canino.
EL PROCESO DE TENER UN TERAPEUTA CANINO
Tener un terapeuta canino es un proceso largo. Para que todo funcione, el perro debe estar bien formado pero la formación que debe recibir la familia es aún más importante. Un terapeuta canino es un perro que vive con la familia, por eso las personas con las que vivirá en el hogar deben saber cómo tratar a este perro tan especial para que su obediencia y capacidad para asistirlos perdure en el tiempo.LA ENTREVISTA
Cuando vino toda la familia a conocernos por primera vez estaban completamente a la expectativa de qué se iban a encontrar pues no podían imaginarse que para tener un terapeuta hubiera que pasar por un proceso tan largo. Antonio Dávalos, el educador canino, se encargó de explicarle punto por punto en qué consistiría y cómo tendrían que trabajar hasta que finalmente eligiesen a un perro y pudieran tenerlo en casa. La familia se encargo de explicarle en qué consistía el síndrome de Iker para que pudiese ir evaluando que perro podía ser el idóneo para su caso. A continuación, el educador canino le mostró varios perros para ver las primeras impresiones con Iker y entre ellos estuvo Levi, el que convertiría en su terapeuta canino, el cual se mostró especialmente afectuoso con toda la familia.SESIONES DE FORMACIÓN A LA FAMILIA
La familia comenzó a venir al centro para realizar las clases teóricas y prácticas donde aprendían conceptos como el de la jerarquía, muy importante para que no volviesen a tener una experiencia como con su antiguo perro, a saber cómo mantener ciertas normas de convivencia con el perro y a manejar al animal en los paseos corrigiéndolo o premiándolo cuando lo hacía bien. A esta familia le resultó especialmente exigente este entrenamiento y al principio no comprendían el por qué de lo que les enseñaban, pero al poco tiempo se dieron cuenta que era la mejor manera para mantener la disciplina y el equilibrio del perro.LA ELECCIÓN DEL TERAPEUTA CANINO
Durante el tiempo de formación a la familia, Antonio Dávalos pudo aprender mejor cómo era la dinámica de la familia y llegó a la conclusión de que Levi era el mejor terapeuta canino que podían tener. Levi era el perro perfecto para esta familia por la gran paz que era capaz de transmitir. La seguridad en sí mismo y la confianza hacia las personas le hacían un perro que con sólo su presencia tranquilizaba al entorno. Esto era algo que necesitaba enormemente la familia de Iker y esto Levi se lo podía dar. Además, Levi había demostrado una gran tolerancia a cualquier persona y manipulación. Esto era muy importante a la hora de seleccionar a un perro para Iker, ya que cualquier animal se daría cuenta de que el niño se comportaba diferente y de forma poco predecible, pero esto era algo que a Levi no le importaba. A la hora de relacionarse con los perros, Iker no sabía medir su fuerza ni sabía qué cosas podían molestar a un perro. Levi sabía aguantar las caricias bruscas, pellizcos o golpes sin mostrar ningún tipo de agresividad o intención de huida. Y esto era algo imprescindible en el perro que trabajara con Iker.ACOPLE AL USUARIO
En el caso de Iker, el vínculo con el niño era especialmente difícil de conseguir ya que no se le podían dar instrucciones específicas a Iker para ganarse el cariño del perro. Él simplemente se comportaba de forma natural, y eso implicaba a menudo movimientos imprevisibles, palmeos, golpes… Es por ello que se recomendó a los padres que siempre estuviera presente las primeras semanas cuando Iker interactuara con Levi, de esta manera podían premiar a Levi cada vez que recibiera un mal gesto por parte de Iker y así Levi desarrollaría aún más su tolerancia. Los premios se reservaron exclusivamente a los momentos en los que estaba Iker con Levi, y de esta manera, no sólo desarrolló su tolerancia sino un gran aprecio por Iker al cual buscaba a veces para acompañar.ADAPTACIÓN A SUS RUTINAS
Levi se ha convertido en un compañero para Iker. En el día a día, el niño encuentra en el perro alguien que se comunica como él y habla su mismo idioma. Esto le supone una gran liberación a los padres que hasta ahora tenían que estar continuamente pendiente de lo que hacía Iker mientras que ahora ven que el niño se entretiene con Levi sin necesidad de que ellos esté delante. Levi también es un buen punto de encuentro de los padres con el niño, que a través de juegos con el perro, el niño se centra más y encuentra en la actividad algo en común que hacer con su familia. También Levi acompaña a Iker algunas tardes cuando va al casal y allí otros niños pueden disfrutar también de la compañía del perro.Los resultados de tener un terapeuta canino en casa
Para Iker, la presencia de Levi a significado principalmente encontrar un compañero en la casa con el que se entiende a la perfección. Él no tenía ningún amigo, y en Levi pueda encontrar esa amistad de mutuo entendimiento que le hace sentirse mejor. De alguna manera, el perro es un igual que se comunica con gestos y su principal sentido es el olfato, como le pasa a Iker. Esto ha logrado que Iker pueda tener cierta autonomía para estar en una habitación sólo con el perro, antes siempre necesitaba a una persona a su lado o de lo contrario la iba a buscar. A conseguido un nivel de interacción alto con el perro, y a menudo le busca para tocarlo y olerlo, e incluso ha llegado a pedir premios para dárselos a Levi. Dentro de sus habilidades, esto es una gran mejora para él.Otro de los grandes beneficios que Levi a aportado a la familia es la tranquilidad. Su equilibrio y tolerancia ha conseguido transmitir a Iker una paz que se ha reflejado en su comportamiento del día a día. Esto ha reducido su irritabilidad y sus picos de entusiasmo que tan nerviosos ponían a toda la familia. Y al estar Iker más tranquilo, el resto de la familia también lo está. De alguna manera, la presencia relajada de Levi se ha contagiado a todos los miembros de la casa y de él han aprendido a decir más con los gesto que con las palabras, algo que a menudo alivia el estrés y ayuda a ser más efectivo en la comunicación con Iker.Por otra parte, desde que Levi llegó a su vida, Iker se muestra más seguro a la hora de andar por la calle. Tanto es así que con la supervisión de sus padres, hay paseos en los que es él quien dirige al perro. Además, que le acompañe su perro allá donde va le ha aportado más estabilidad lo que le ha permitido a la familia salir más a menudo de casa sin la preocupación de que pueda tener una crisis incontrolable. De hecho, las organizadoras del casal al que va por las tardes comentan que lo ven mucho más interactivo con otros compañeros. Tiende más a acercarse y pedir el contacto, algo que antes le costaba mucho y se mostraba mucho más reservado. También han podido apreciar, que en los momentos de gran excitabilidad, es más fácil calmarlo y aseguran que esto es debido a la influencia de su perro Levi.Comparte este artículo
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Comentarios
Elvira
Yo tengo 2 perritos Horas y enanos estoy encantada con los perritos
oriol
Hola, estamos en una situación semejante, con una perra labrador (Xip), adquirida también en Dog King y es fantástico ver a estos, seres con su gran paciencia, inteligencia y bondad, como pueden ayudar, a nuestros hijos, ha hacerles que la vida sea un poco mejor.
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